Mi enemigo N° 1

Los últimos dos días que pasaron acá en Santiago estuvieron muy bellos, y si bien aún falta mas o menos un mes para que la Primavera comience en "gloria y majestad" pudimos disfrutar de agradables temperaturas.Y es verdad, estoy muy feliz de que llegue pronto esta ansiada estación del año (aunque ahora miro por mi ventana y veo una gran nube negra sobre la cordillera U.U), pues el frío no me gusta y menos andar tan abrigada; pero tengo sentimientos encontrados, pues la Primavera es sinónimos de la ALERGIAS.

De sólo pensar que en unos pocos días más comenzaré con esa picazón en la nariz y pecho insoportable, sumada de mucha tos, me hace desear que no llegue la Primavera. Y no hay nada que deteste más que mirar por mi ventana y ver afuera un Aromo: ese estúpido árbol con flores amarillas que ya está en plena floración. 

Desde que llegué a Santiago, hace mas de cinco años ese árbol (y lo digo casi con odio) se ha transformado en mi enemigo n° 1;  no me gustan sus flores, sus hojas y menos su olor, los encuentro feos y por mi los cortaría todos.

Bueno, no es el único árbol que no me gusta, pues dentro de esa categoría entran también los "plátanos orientales". Pero el hecho que aún estemos aún en Agosto (o sea en Invierno) y ya estén floreciendo, lo cual significa que ya se haya inaugurado mi "temporada de alergias", ha provocado que este árbol se lleve toda mi "mala onda".

Espero que ustedes no sufran como yo con este árbol, y que la primavera no sea sinónimo de alergias, pues esto es lo peor.

Con amor, Deb.

(Mirando con odio al Aromo que está afuera)